Mira que eres puta de puertas para adentro.
Mira que eres puta dando vueltas
entre mi raído edredón y mis brazos.
Mira que eres puta cuando se apagan las luces
y apareces tú desde el trapecio del olvido.
Mira que llegas a ser puta cuando callo,
cuando escucho, cuando pienso, cuando escribo.
Mira que eres puta revolviendo los cajones,
sacando fotos o canciones o pistolas o amaneceres.
Mira que eres puta cuando me enfrentas al espejo,
pixeleado, con mis 10.000 defectos por poro cuadrado.
Mira que eres puta, te lo repito cuanto quieras,
puta, puta, puta, hasta que la aborrezcas, hasta que la entiendas.
Mira que eres puta cuando llueve, cuando nieva, cuando anochece.
Mira que eres puta, soledad, tan solo,
única y exclusivamente,
porque quiero a otra.
Porque quiero estar con ella de puertas para adentro
o de puertas para afuera.
Porque quiero tenerla entre mis brazos
y que no nos haga falta el jodido edredón.
Porque el olvido es para el resto de los mortales,
ella y yo usamos otra marca distinta.
Porque cuando está ella presente no puedo hacer nada
ella abarca todas las actividades verbales.
Porque mis cajones están vacíos si está ella,
no necesito nada, no existe lo material.
Porque mis defectos me los guarda en el bolso
para mantenerlos alejados de la vía pública.

Ahora entiendo tu puterío, su magnificencia y mi suerte.