martes, 30 de noviembre de 2010


Mis ojos ya no ven desde que alguien me cegó a fuego lento con el ardor de sus mentiras, con el candor de sus temblores, solo mis oídos me mantienen vivo, los que me parmiten entender que la vida rima con cada uno de los besos que me faltan por dar, con cada una de las flechas que quedan por clavarse en mi costado.Yo no te pido, ya no me colmas, por eso recurro a lo poesía, a las caricias asonantes que tanto echaba de menos, a la sinestesia de tu nombre, al silencio en mitad del silencio.
Y es que cada día resulta más y más dificil encontrar un verso perfecto y pensar que puedes introducirlo en un soneto inédito, yo no quiero ciento volando de catorce, yo sólo pido uno posado en el papel pero que de vez en cuando lo leas, y te sonrias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues lo consigues, aún lo consigues, tus versos son distintos, tienen frescura, suenan inéditos, creas y lo haces diferente y a mi me encantan.
Aunque no te sabrán igual, yo te dejo unos cuantos de esos en la cuartilla.