martes, 1 de diciembre de 2009


Yo que me creía espadachín aventajado luché sin vizcaína y resulté herido de gravedad, yo, que saltaba cada dos por tres sin paracaídas desde la cima de la cordura, alcancé el suelo antes de lo que me pude imaginar,yo, que arranqué los retrovisores del coche a mordiscos, una noche de rabia, no me percaté que en la autopista del desastre, la soledad se estampaba contra mí al intentar adelantarme por la derecha. Ese Yo ahora es Nada, es el aire que ya no necesitas Tú, es la Nada contra la Nada, y me aferro a la tercera persona porque la amargura me impide creer que esa Nada es lo que soy, y lo que seré mientras ese par de manos, no vuelva a mis bolsillos, mientras las paredes de mi habitación no vuelvan a ver a ese cuerpo desnudarse para mí.

Cuan vacío me he quedado ahora que ya te has ido, ahora que ya no te veré saltando de raya en raya los pasos de cebra, ahora que ya no te puedo zancadillear sino que el amor jugando a dobles con la soledad, envida a grande y yo cada vez tengo cartas más bajas. Más y más bajas, como mi autoestima, que serpentea entre las patas del armario, y el zig-zag me produce jaquecas, me recuerda a tu cintura perfecta, a tus curvas, a tus máximos y a tus mínimos y a esa función sobreyectiva que recorría mi mano sobre tu cuerpo, cada vez más despacio, cada vez más lejos.

Que pequeños se hacían los andenes, caminando a tu lado, todos y cada uno de los que he pisado, guardan nuestras huellas, esos fósiles sentimentales que perdurarán, sin embargo nosotros no lo haremos, no lo hacemos, no queda nada, sólo pisadas.

Y en este devaneo con la tristeza, me permito el lujo de bailar algún vals con el remordimiento, no somos buena pareja de baile, pero sin ti todo parece aceptable o por lo menos, conllevable, asi que salto a la pista con botas camperas, para que sus pisotones no me duelan demasidao, para que el recuerdo de la soledad quede carcomido y aplastado, en la danza de lo absurdo, esa absurdez que consiste en sonreir, si mis labios ya no te rozan.

1 comentario:

Garrós dijo...

buah, tio, grandísimo. qué texto tan guapo, en serio.

el amor jugando a dobles con la soledad, envida a grande y yo cada vez tengo cartas más bajas.
Y eso? qué grande!

me tengo que pasar mucho más a menudo por aquí, que creo que fue hace siglos cuando me pasé por última y primera vez.

Sigue, publica más, por lo que sea